lunes, 28 de abril de 2008

La naturaleza es sabia



Frente a mi casa, sobre la vereda, erguían sus ramas , dos palos borrachos. Añejos, hermosos. La casa se vendió y a los nuevos dueños, aparentemente, no les gustaron, porque antes de hacer cualquier otra cosa, sacaron de cuajo a estos dos árboles. A la cuadra le falta algo. Es asombroso ver la diferencia de imagen que da el lugar con árboles o sin ellos.
Una tarde que fui a sacar el auto, me di cuenta de que unas ramas, que jamás había visto, molestaban mi visión. Pensamos que era un yuyo y lo íbamos a cortar, hasta que vimos el tronco. Es un pequeño palo borracho, debe medir un poco mas de un metro. Se hizo un lugar y está creciendo como puede. Lo vamos a sacar de ahí y plantarlo en otro lugar del parque, en el cual tenga mas espacio para crecer. ¡Maravilloso! Uno de los dos árboles antes de morir dejó su semilla y el nuevo árbol está creciendo. Esto son los pequeños milagros cotidianos que me hacen sentir viva.

1 comentario:

A. M. Vermon dijo...

Me encanta la vegetación de la foto!!!
Traten de que vivan al transplantarlos, fíjense el momento oportuno de hacerlo y con muchos cuidados.
Que se va a hacer hay que convivir con ignorantes.