sábado, 5 de abril de 2008

Los bombos y la democracia

Viajé a Buenos Aires el martes 1 de abril, el día de "la plaza" en apoyo a Cristina.
Sufrí de pánico.
Bajé del minibus (medio de locomoción desde Monte Grande a Capital) en Entre Ríos y San Juan.
No se podía llegar de ninguna manera hasta la 9 de Julio desde la Autopista 25 de Mayo.
Me pareció la mejor opción para llegar a Palermo el subte. Lo tomé en la misma esquina que bajé hasta la estación Bolivar y ahí hacer combinación con la línea D.
Mucha gente transitaba los pasadizos del subterráneo, habían decretado asueto para que nadie pudiera faltar (ese es otro tema).
Hasta Bolivar llegué sin inconvenientes.
Emprendí el camino bajo tierra hacia la otra línea. Iba y venía gente. Parecía la hora pico. Serían aproximadamente las tres y media, cuatro de la tarde, no recuerdo con exactitud.
Se escuchaban los bombos de la plaza con nitidez. Cada vez mas fuerte. Algunos golpeaban las manos al ritmo.
A mi me dio taquicardia.
La sensación del ruido exterior me recordó hechos de esa magnitud en el pasado. Y pensé con tristeza, Argentina vuelve a caer.
En el 2001 estaba en el microcentro cuando comenzaron los gases lacrimógenos. Tuve que refugiarme en un banco. No podía respirar, mis ojos estaban irritados y llorosos.
Allá por el 75 habían puesto una bomba en Constitución, las corridas y la impotencia preponderaban en el lugar.
Cuando empecé la facultad en el 77, el ejercito nos paraba, palpaba de armas, pedían documentos, con 19 años pensaba que me podía pasar.
Hay mas de estos recuerdos en mi historia.
El martes sentí que no quiero volver a pasar por eso. Sentí ahogo y desesperación.
¿Podremos juntos lograr que Argentina no cometa, siempre, los mismos errores?

2 comentarios:

A. M. Vermon dijo...

los mismos errores inducidos???

Grace dijo...

Y si los mismos errores.