domingo, 6 de julio de 2008

El amor,siempre el amor

El amor nunca muere y cada vez vende más
Las novelas románticas, esas historias apasionadas en que un hombre apuesto termina por unirse a una mujer atractiva tras vencer mil obstáculos conquistan nuevas lectoras sin cesar. Esas eternas soñadoras han abierto foros en Internet donde se recomiendan obras, abren sus corazones y comentan el mundo rosa del que no pueden prescindir. Ese culto alado y ardiente alimenta hoy una sólida industria editorial,
Tan clásico que hasta las fans de esa prosa tienen un lugar en Internet: www.gauchasromanticas.com. El sitio se inspiró en www.elrinconromantico.com, que llegó a tener 700.000 visitas de todas partes del mundo, aunque tenga base en España. Las mujeres que allí se encuentran terminan como íntimas amigas, viajan para conocerse y conseguir juntas autógrafos de sus autoras preferidas. Intercambian libros, levantan por las nubes o denostan a alguna escriba (sobre todo si mata a uno de los protagonistas) y construyen bibliotecas de más de 3000 ejemplares sólo de ese género, como es el caso de Nelly Soria, Nebe, la popular inventora de Gauchas Románticas, sobre quien volveremos más adelante. Porque antes hay que definir qué es la novela romántica.

Fuente: adncultura.com

2 comentarios:

A. M. Vermon dijo...

Creo que si que las historias románticas son imprescindibles. Recuerdo que estando en Caracas con ciertas novelas hombres y mujeres se prendían del televisor y se olvidaban del mundo (cuando aquí los hombres no eramos de mirar tanto).
A mi megustan las brasileras en las que hay derroche de vida y los problemas son vencidos por la fe y la obstinación de los protagonistas.
Las mejicanas muestran la maldad.
Las argentinas son dramaticas o triviales en exceso con formulas repetidas hasta el cansancio durante el mismo ciclo.

Grace dijo...

Opino como vos, las brasileñas, son lejos, las mejores.
Las de acá, usan siempre los mismos trucos, las mismas cosas. Un espanto.
Las mejicanas también se las traen pero como las brasileñas no hay.