jueves, 31 de julio de 2008

Silencio

Escuchar el silencio.

Cuando lo buscamos para encontrarnos a nosotros mismos, tiene un sonido.

Cuando esperamos de alguien una palabra y no llega, tiene otro sonido diferente.

Cuando entramos a una Iglesia, el silencio es frío.

Cuando tenemos imsomnio, el silencio es misterioso.

Cuando no sabemos qué contestar, nuestro silencio es incómodo.

Cuando vos no me decís nada, el silencio es eterno.

2 comentarios:

Abril Lech dijo...

Hola Dulce Grace,

recién llego de un viaje y me encontré con tus señales en mi Blog, me vine corriendo. Puedo intuir.

Dice tu perfil: "Para mi la palabra tiene el poder de liberarnos, sostenernos, enamorarnos, matarnos o sencillamente dejarnos ser."

Cualquiera que quisiera dañarte sabe que simplemente tiene que quitarte la palabra. Haz dado sin saber el arma letal a quien creías no podía dañarte por la razón que fuera. Quien te castiga con el ninguneo del silencio no merece tu minuto de eternidad.

es parte del juego del perverso que nada quiere componer para no afrontar sus ausencias amorosas, sus incumplimientos en la presencia, su falta de atención sutil o evidente.

Ojalá el único silencio que te atormente sea el de tu propia alma cuando callas todo lo que ella tiene para pedirte, exigirte y recordarte respecto de tu camino personal.

Hay búsquedas que claman ser escuchadas. Perderse en el silencio del otro es en definitiva la excusa perfecta.

Te mando un beso y que lo que sea se supere para mejor.

Grace dijo...

Muchas gracias Abril.
Qué bueno es tenerte.
Con vos no me hace falta decir mucho.
Siempre que algo pasa es porque algo mejor nos espera.