El viernes pasado viví algo que jamás había vivido.
Participé de un festival de baile, estaban todos los chicos y chicas con capacidades diferentes, de Esteban Echeverría y de distritos vecinos.
Entre ellos había no videntes, con dificultades motrices, en sillas de ruedas, síndrome de down, retrasos leves y, todo tipo de discapacidades.
Esto fue en "Infierno Bailable", un lugar donde los fines de semana hay bailantas.
Me decían los organizadores, el Secretario de Cultura, como los dueños de Infierno, que, obviamente a los chicos no los dejan entrar, no por discriminación, si no porque corren peligro.
Todos estos chicos soñaban con bailar en Infierno. Comenzó a las 14 hs. hasta las 16 hs.
Nosotros llegamos alrededor de las tres y pico.
La cumbia estaba en su mejor momento y los chicos también.
Parejas, solos, en grupo o como fuera todos bailaban, con una alegría contagiosa que, por supuesto, yo también bailé. El vip estaba ocupado por los no videntes.
Una chica "especial" subió a uno de los parlantes y bailó sintiéndose "sexy".
La felicidad de ellos, era nuestra.
Fue maravilloso vivir ese momento con ellos.
La función pública me regala este tipo de eventos, cuando estoy ahí, agradezco poder hacer algo por ellos.
lunes, 28 de abril de 2008
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