lunes, 16 de febrero de 2009

Virgen Caacupé


Caacupé es como un estuche de esmeralda que guarda una preciosa joya: la Virgen de los Milagros, hasta la cual no cesan de llegar los peregrinos de toda la república, en busca de consuelo y curas de sus males del espíritu y del cuerpo, o a pagar su deuda por una u otra salud recuperada.
Nos cuenta la historia que corría el año 1600.....cuando cierta mañana un grupo de indios Mbayaes perseguía a un guaraní con intención de darle muerte, tal vez por pertenecer a otra tribu dominante del área, o tal vez porque el indio guaraní convertido al cristianismo y era feligrés de los franciscanos, a los que los Mbayaes temían tanto como al diablo.Completamente acorralado como estaba y desesperado por la suerte mortal que le esperaba, el indiecito convertido se escondió detrás de un gran árbol que le parecía protector. Agazapado y tembloroso, se le iluminó de pronto el recuerdo de la Inmaculada Concepción, que era la Virgen de su predilección. Entre súplicas y suspiros, entre miedo y esperanzas, le prometió a la Reina de los Cielos que si lo libraba de sus injustos y feroces enemigos, le haría una imagen de la misma madera de aquel árbol.Milagrosamente, los Mbayaes no lo encontraron en aquel monte y al caer la noche se vieron obligados a volver a sus tolderias. El indiecito guaraní se vio luego libre......y no vivió más que para cumplir su promesa.Esperando un prudencial tiempo, el guaraní vuelve al árbol protector, ya con sus primitivas herramientas. Desgajó de aquel tronco la madera necesaria para su propósito, puso a secarla, y pacientemente, con todo el arte de sus manos y el fervor de su alma, se puso a esculpir dos estatuas de la Virgen: una, mas grande, destinada a la Iglesia de Tobatí, cercana al lugar, y otra, mas pequeña, para su devoción particular.
Esteban Grillón
Esta Virgen la conocí, a través de una persona, que la nombra siempre.
Y, por él, conocí sus milagros.

2 comentarios:

Abril Lech dijo...

Hola Grace,
pasé a dejarte un beso. Por suerte el amor es mucho mas que una relación, de allí las palabras de E. Tolle. Siento la tristeza pero auguro una buena resurrección. Ojalá le acierte. Cuando regrese a Baires, ¡nos vemos?

Grace dijo...

Espero ansiosa verte.
Estoy cambiadísima.
Besitos