El desgaste diario, tal vez, lógico, de un día de trabajo, se transforma en algo diabólico cuando comienzan a aflorar los conflictos humanos.
Eso puede ocurrir en cualquier ámbito, en cualquier momento. Siempre.
Los conflictos humanos son tantos y tan variados que, cada día, descubro a alguien que, creativamente, utiliza otra manera para desarrollarlo.
Si los desmadejamos son siempre los mismos pero, tenemos la habilidad de darles las formas mas variadas, envolverlos con los papeles brillosos o, simplemente, hacernos los indiferentes mientras los dejamos descansar en algún estante envuelto en celofán.
"Cada persona tiene la mejor conducta en ese momento no le sale otra".
Sé que es difícil entender esto. Porque, a veces, yo no puedo.
Si paráramos todos un segundo a pensar, sentir y darnos cuenta de que tenemos el poder de hacer que nada de eso nos afecte, que nosotros no los utilicemos. Creo que es el gran secreto de la vida.
Nosotros hacemos que cada día sea peor, o tenemos la magia para que así no sea. El milagro existe, está en nosotros mismos. En ninguna otra parte. Sólo hay que buscarlos.
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