Semana ausente

Durante la semana del lunes 25 al viernes 29, estuve con una sintonía disonante.
Corregí la edición de Estampitas, vírgenes y tacos, eso no sólo me llevó tiempo real, si no que pudo con mi ansiedad y mi angustia.
El revuelo que genera, en mi, la edición de la novela, creo que no puedo describirlo en palabras.
Parecería que estoy a mil revoluciones por minuto, pero siempre parada en el mismo lugar.

Pido disculpas, esta semana tenía varios temas para postear pero fueron todos "tragados" por mi falta de serenidad. Prometo hacerlo en los próximos días.

Y, para recuerpar mi calma, me tomé un momento de pausa. El viernes a la tarde, salimos rumbo a Cariló y volvimo esta noche.

Sol. Mar. Tranquilidad. Caminatas. Tenis. Comida rica. Vino.

El tiempo parece detenerse para que lo atrapemos y lo usemos a nuestro antojo.

El tiempo en Cariló se toma una pausa.

Y yo hice lo mismo, me tomé la misma pausa que me obsequió Cariló.

Con las pilas recargadas, y centrada en mi eje, vuelvo con la ansiedad enjaulada.

¿Cuánto me va a durar?

Deseos escondidos

El deseo es el profundo ser del alma. El deseo tiene que ver con vos. En viaje buscando el cielo, todo mi ser resucitará buscando la luz. No te voy a tocar. No te asustes. La luz que me alumbra es parte del camino inesperado de la resurrección.
El infinito mar de la sensualidad subyuga al mismo demonio para insertarte en mí. La calma del bien resurge y me hunde mas en vos.
Cuando el amor deja de asomarse la impaciencia y el desgano se juntan en una mezcla explosiva. Una maremoto de imprudencias surgen de lo más hondo de ese ser desconocido que tenemos escondido. Ese ser que invariablemente se desborda cuando estás conmigo.
La predica es distinta a la palabra.
Tengo que matar el tiempo, tengo que correr por otras calles, tengo que ir por otras versiones. Como soñándote a mar abierto y frío en mi voz gritaré tu nombre por más que no pueda yo ni hablar y me hundiré en mi soledad.
Y caminos desandar, el honor no lo perdí nada como ir juntos a la par.
Un beso en el hombro.
La vida es un sueño barato forrado de flecos.
Hay cosas que ya no pueden ser y otras que pasan a ser no tan determinantes.